El actual establecimiento de
beneficencia ubicado en el nº 311 de la calle Sargento Aldea esquina Vega de
Saldías de nuestra ciudad; denominado "HOGAR DE ANCIANOS JOSÉ AGUSTÍN
GÓMEZ DÍAZ"; fue abierto al servicio de los más pobres el 17 de noviembre
de 1937 por la Sociedad de beneficencia hijas de María, bajo el nombre de
"Asilo de Ancianos".
En el año 1950, la Sra. Juana
Rosa Merino, representante de la Sociedad Benéfica, con aprobación unánime de
la Sociedad y en presencia del notario público Sr. Martín Yávar hace donación
gratuita, perpetua e irrevocable del Asilo a las Hermanas hospitalarias del
Sacratísimo Corazón de Jesús.
Las Hermanas Hospitalarias
tomaron posesión el día 18 de junio de 1950, siendo Superiora Generalla Hna.
María Mercedes Gatica, quien nombrara como primera superiora del Hogar a la
Hna. Amalia, la acompañó la Hna. Ana María.
Las Hermanas ven la necesidad
de un lugar para la Oración, así es como se gestión con el fin de conseguir
autorización para abrir un oratorio semi público para servicio religioso de la
Comunidad y de los ancianos, finalmente esta solicitud fue acogida, siendo
autorizada su apertura por Monseñor Jorge Larraín Cotapos, Obispo de Chillán en
ese entonces.
En el año 1956 se integran al
trabajo del Asilo la Hermana Lidia y la Hermana Lucresia, con la ayuda de la
comunidad logran construir un comedor grande para la comodidad y bienestar de
los ancianos. Todo esto fue realizado siendo Superiora General de la
Congregación la Hermana María Luisa Villalobos.
El 30 de abril de 1963 se
nombra Superiora del Asilo a la Hermana Enriqueta Leiva; quien trabaja junto a
las Hermanas Paulina y Adela.
La Hermana Enriqueta fue
autorizada por Monseñor Eladio Vicuña, Obispo de Chillán, y la HermanaAsunción
Caro, Superiora General, para cambiar el nombre del Asilo de ancianos, es así
como pasa a llamarse “Hogar de ancianos José Agustín Gómez Díaz”; en memoria
del Padre Fundador de la Congregación de Hermanas Hospitalarias del Sacratísimo
Corazón de Jesús.
Cabe mencionar que la Hermana
Enriqueta fue Superiora del Hogar en 2 periodos alternados; su labor fue muy
fructífera logró captar la atención de la Comunidad chillaneja, obteniendo el
reconocimiento, respeto y colaboración de la ciudad.
Desde el año 1978 toma la
dirección del Hogar la Hermana Antonia Faúndez, quien gracias a la comunidad y
a un gran esfuerzo económico de la Congregación logra concretar grandes avances
en la estructura del Hogar; siempre privilegiando el bienestar de los ancianos;
es así como consigue construir una sala de cuidados, salas de baños para uso de
los ancianos, se adquiere una camioneta para la recolección de donaciones y
traslado de los ancianos a los centros de salud.
Desde sus inicios este
establecimiento ha cambiado frecuentemente su estructura en pro del bienestar
de los Ancianos residentes, es así como el año 1963 se construyó un segundo
piso, con el importante aporte económico de Monseñor Eladio Vicuña Aranguiz,
Obispo de la época, quién colaboró en memoria de su Madre la Sra. Margarita
Aranguiz de Vicuña. Hasta el día de hoy esta construcción forma parte de la
estructura del Hogar.
Poco a poco, paso a paso, se fue
ampliando y mejorando la infraestructura, implementando las diferentes
dependencias, comedor, baños, dormitorios, sala de estar, sala de cuidados,
policlínico, patios, lavandería, etc. Independiente de los obstáculos y
carencias, las hermanas que han estado a cargo del Hogar han conseguido avanzar
siempre gracias a su abnegado trabajo, mucha fe y perseverancia, todo en
beneficio de nuestros viejitos.