El terremoto acaecido en la ciudad de Chillán en el año 1939, deja una gran cantidad de niños huérfanos.
La Congregación no puede quedarse indiferente ante esta demoledora catástrofe y a ejemplo de su Fundador va en ayuda de las familias afectadas por el sismo, creando el Hogar “Martín Rucker”.
Este Hogar estuvo cerrado por algunos años, reabriéndose en el año 1982, adquiriéndose, al mismo tiempo, convenio con el SENAME, para atender una cobertura de 34 niñas de entre 03 y 16 años de edad, quienes también han sufrido la vulneración de sus derechos, igualmente se presta servicio a la familia, a través de talleres, entrevistas, orientaciones con profesionales especializados, con el objetivo de ayudar a la pronta recuperación del riesgo inicial.